lunes, 29 de marzo de 2010

Para quien pueda leerme

         Estos últimos escritos son como una especie de débito, hacia esas personas que tanto he querido, quiero y que se me han ído. Pertenecen a mi intimidad, pero como todo. Todo forma parte de mí. Yo tambien tengo mi lado negro, y no hay mejor forma de aclararlo que compartirlo con quien quiera leerlo.

Dias de Pasión

         Hubo una vez una persona en mi vida que dijo que si me casaba, no debía querer demasiado a mi marido para sufrir lo imprescindible si me dejaba. No debía querer demasiado a mis amigos por si me fallaban. Debía comprender que si mis padres morían era ley de vida, y aceptar la muerte de mis hermanos cuando llegara por ser mayores que yo. Utopía digna de una persona fría, racional y calculadora que nada tiene que ver conmigo. Yo he querido, quiero y querré cálida, desenfrenada e irracionalmente a todos aquellos que han pasado y están en mi vida, de distinta forma pero totalmente involucrada y padeciendo hasta el mas mínimo de los desprecios por ridículos que estos parezcan.
      No es que no haya podido superar la muerte de mis padres, que incluso a día de hoy, me es doloroso escribir esta palabra precediendo la de mis progenitores, es que me niego a pensar que haya que superarlo o resignarse. Esto no es más que un estigma que se lleva de por vida grabado en el corazón como cuando sellan una res. Y no te duele una pérdida más que otra, es que se acompaña del brote de las llagas que ya tenías, de la rabia, de la impotencia, de lo que pudo haber sido y no fué.
     Mi padre por su erudita sabiduría, mi madre por su infinita bondad, mi hermano Curro por su bohemia locura, mi hermano Ignacio por su fantástico don de gentes, mi hermano Enrique por su simpática y eterna adolescencia, al aventurero de mi hermano Antonio o al increíble hombre de cro-magnon que es mi hermano Rafael ¿cómo superar la pérdida de mis padres teniendo semejante rastro de carga genética tras de sí, repartida en esos cinco ADNs? ¿Cómo poder pensar en la ficiticia posibilidad de pertenecer a una familia normal en la que sus miembros fallecen por causas naturales, después de haber conocido, vivido, querido y aceptado lo que sin duda era nuestro inevitable y fatal destino?. Éramos así herederos de una genética fuerte pero desperdiciada, y de un carácter obtuso, execrable pero nada hipócrita. Convencidos pero equivocados. Especiales y estúpidos.
      No quiero pensar lo que he soportado porque es masoquista sufrir pretéritamente. Lo que no estoy dispuesta a pensar es lo que soy capaz de soportar. Vivo con la espada de Damocles eternamente en mi cabeza invadiendo mi cuerpo de terror, cada vez que mis hijos tienen décimas de fiebre o aq mi marido le duele la cabeza, o se siente mal cualquiera de los que amo. Este es el precio de mi maltrecha y malgastada seguridad, el abuso cotidiano a que someto mi entereza.
       No me gusta recrearme en el dolor, ni padecer gratuítamente. Estoy agradecida de la vida por haber nacido donde nací, por tener a quiénes tengo, por querer a quienes quiero y por ser querida por ellos, porque sería indigno regodearme en mis desgracias ante tanto cuanto poseo, aunque tanto se me haya ido.
       Me gustaría donar mis órganos, excepto mi corazón, que hecho jirones, no conoce sutura posible.
CUANDO LLEGUES

        Cuando llegues, amor, tendrás que recibirme como soy, no como te imaginas. Tomarás mi libertad y me darás la tuya. Tomarás mi compromiso y me darás el tuyo. Empezaremos juntos a nacer; pero no será posible desentenderse de los pesados lazos del recuerdo.
         El tiempo en que no te tuve, dejará de existir cuando tu llegues. Todo será sencillo. Como una rosa recién cortada, se instalará el milagro entre nosotros. NO HABRÁ NADA QUE NO QUEPA EN MIS MANOS CUANDO LLEGUES. Tornasoladas nubes coronarán el techo de la alcoba. ¿Dónde están mis heridas? me diré...

         PERO ESCUCHAME BIEN: LLEGA PARA QUEDARTE,
CUANDO LLEGUES                           

A MIS PADRES

        En estos momentos, quisiera estar en sus brazos.
Hundir mis labios en sus mofletes y besarlo... tantas veces como pudiera. Infinitas veces. Pegarme fuertemente a él. A su posesivo amor. A su protección. A su candor. A su extremada dedicación hacia mí.
        En estos momentos quisiera estar a su lado.
Recostada en la cama, ha´blándole de cómo me fue el día.
Compartiendo su delicioso humor y besarla... tantas veces como pudiera. Infinoitas veces. Pegarme fuertemente a ella. A su cariño.
A su dulzura. A su bondad. A su despliegue de detalles conmigo.
        En estos momentos daría algo grande por encontrarme con ELLOS una vez más. En cualquier momento estaría dispuesta a canjear, a ceder lo que fuese por volver a estar con ELLOS.
        Hace años que leí una frase que decía: "Proponernos un blanco que no está a nuestro alcance es gastar inútilmente las fuerzas". Pero mi resignación se rebela recordando el poema de Pablo Neruda:
        "PORQUE EN DIAS COMO ÉSTE, ME TUVIERON EN SUS BRAZOS: MI CORAZÓN NO SE CONTENTA CON HABERLOS PERDIDO".        


                                                         22/Julio/93
        Siendo la muerte una propuesta tan eterna y la vida tan increiblemente breve, pregúntate a tí mismo:"¿Debo evitar hacer las cosas que realmente quiero hacer?" "¿viviré la vida como los demás quieren que la viva?"
         La próxima vez que tengas que decidir acerca de tu propia vida, que tengas que hacer una elección personal, hazte a ti mismo una pregunta muy importante:"¿Cuánto tiempo voy a estar muerto?" Ante esa perspectiva eterna puedes decidir ahora lo que prefieres, lo que eliges, y dejar a los que siempre estarán vivos las preocupaciones, los temores, la cuestión de si se lo pueden permitir y la culpabilidad


         Puedes disfrutar maravillosamente del momento presente, ese tiempo huidizo que siempre está contigo, si te entregas completamente a él, si te pierdes en él
         Absorbe todo lo que te brinda el momento presente y desconéctate del pasado, que ya no exíste y del futuro que llegará a su tiempo.
         Vive todo lo que puedas; no hacerlo es una equivocación. No importa mucho lo que hagas siempre que tengas tu vida. Si no has tenido eso, ¿qué has tenido?. El momento apropiado es cualquier momento que uno aún tiene la suerte de tener.
          PUEDES HACER CUALQUIER COSA QUE QUIERAS HACER PORQUE LO DESEAS Y POR NINGÚN OTRO MOTIVO
         
          PROPÓNTE ALGO Y CONSÍGUELO
         

miércoles, 24 de marzo de 2010

miércoles, 17 de marzo de 2010

Inauguración

Estaba pensando como introducirme al mundo asomada desde esta ventana digital que nos puede hacer llegar a todos. Si lo piensas mucho te da miedo, como cuando tienes un hijo, sólo cabe pensarlo lo esencial, porque si no, no lo tienes. Nada tiene que ver una cosa con otra. Ni por asomo. Aunque para mí, escribir son pequeños partos cerebrales más o menos responsables, y relativamente peligrosos, porque lo escrito, consta, y se puede ser dueño y esclavo de tus palabras. Como me ponga muy profunda, no llego ni a la primera publicación.

Siempre he escrito mucho, en los diarios desde pequeña...¡Me han pasado tantas cosas!. Acabo de echarle una ojeada a uno de mis cuadernos y me hace gracia leerme, por lo exagerada, extravagante y extremista que soy escribiendo. Pero ahora que estoy cerca de una madurez incipiente, porque aun no la tengo plena, pienso que demasiado coherente y serena he sido por todo lo acontecido en mi vida y de la manera en que sigo digeriéndolo. Por muy optimísta que sea, porque gracias a mis genes tengo un humor casi imperturbable, contiúan los coletazos de las tragedias familiares por las que unos antes otros después todos pasamos, pero que en mi caso fueron en trepidante cadena cerniéndose sin piedad sobre mi adolescencia, haciéndome perder los trenes de ese momento. Pero por ser el primer día, no voy a recrearme en malos rollos, que yo soy una tía mu simpática, nada mártir y a la que no le gusta regodearse en las desgracias. Eso sí, me extiendo mucho.