jueves, 20 de mayo de 2010

           Mi vida está abocada a los excesos. ¿Cuántos años llevo queriendo hacer régimen?. Desde el ·95, y aquí sigo. Pero es que no consigo la ayuda necesaria. Sí, voy a terapia con una psicóloga argentina, que nos díce que cuando nos acometan esos estados de enajenación estomacal, bebas agua y "aguantás como podés". A "guantás" me liaba yo con unos pocos en esos momentos, que es lo que nosotras en petit comité decimos, seguiríamos con los mismos kilos pero con mucho menos volumen a nuestro alrededor...
A ver, quién le ha dicho a mi hermano Antonio que se presente esta tarde con un papelón de caña de lomo que olía desde el campo del Sevilla (yo vivo a unos 300 metros), en toda la plenitud de esa enajenación y en plena ovulación, o sea en el cúlmen de mi triciclo menstrual, porque como soy tan barroca, yo no tengo ciclo, tengo triciclo. "Toma Mariquilla, que me he acordao de tí. Está buenísima". "Pero Antonio, por qué me haces esto?. Pa traer caña de lomo, trae marísco". "Y el marísco, qué pasa, que no engorda?". "Hombre, el marísco es agua". "Ya, ya. Pues abre el grifo y te comes un kilo gambas a mi salud"...
         Esta mañana he ído al banco. Había una cola descomunal. Delante mía SIETE personas, pero es que detrás, había ya lo menos diez. Al que estaba detrás mía lo llaman por teléfono: "No, ya voy a acabar, me quedan dos personas". Inmediatamente pienso, "Habráse visto?, pero este tío, de qué va?. Me está llamando gorda, no?, porque si no ve que delante mía hay siete...¡es que yo se las tapo!!!. En ese momento me contuve, y no me volví a desahogar mi enajenación estomacal transitoria en él porque me considero de buena familia y no me gusta dar escándalos...pero por qué esa contención no adelgaza?, o esa solidez con que aprisiono los arrebatos a que constantemente me somete mi familia, mas concretamente mi marido y mis hijos?, por qué esos "trabajos forzados" de "limar" asperezas no nos conducen a la libertad de un cuerpo exento de cárceles culinarias...??? Por qué, por qué?.
          Otro caso me pasó no hace mucho con mi marido. De esos de los de enajenación, esta vez, mental transitoria...De pronto pensé en mi cumpleaños y me agobié. "Por Dios, Carlos, no me creo que vaya a cumplir 39 años, es que no me lo creo, que ya estoy cerca de los 40, qué agobio, Virgen Santa" "Como que no los tienes. ¡Si los que cumplas van a ser 38, so loca!". Es verdad, me hízo las cuentas y era yo la confundida. Me dió tanta alegría, pensé, "pues nada más que por eso este año, tenemos que celebrarlo, en casa, con todo el mundo, verdad?", "¿Qué me vas a regalar??". "Pero, mujer, te parece poco. Acabo de encontrarte un año, hay mayor regalo que ése, eh?. Al final me vas a tener que regalar tu a mí, porque eso, no te lo esperabas...".
         Yo quiero mucho a mi marío. En realidad, no sé si lo quiero o me he acostumbrado a él. Nosotros somos la típica pareja que a todo el mundo divierte. Somos la versión real de escenas de matrimonio, esa serie de Jose Luís Moreno que se hízo popular contando los avatares de tres parejas: una de avanzada edad, otra de mediana y una pareja joven. Nosotros somos la mezcla de las tres, aunque ni que decir tiene, tiramos pa los extremos. Mi marido para el hombre de avanzada edad y yo para la joven (jaja). Puedo escribir de él con total libertad, con la seguridad de su desinterés y la imprudencia de su ignorancia. Está por un lado lo que él me díce:"Qué, ya estás escribiendo pa tus amigas, pa vuestro corrito, no?". Y lo que yo pienso: "No, cariño, estoy escribiendo pal mundo, para el infinito y más allááááá. Te desnudo, te muestro, te expongo, te enseño, te pongo al descubierto. Estamos en paz. Tu me dejas al descubierto en el banco, y yo en mi blog. Todo se reduce a la elegancia". Pues eso, salimos, tu lo escuchas como habla con tus amigos, en las reuniones, como, haciendo uso de la diplomacia y de una mente abierta a todas las sugerencias, es el portavoz de su familia, y te enrolla, te enrolla como si te estuviera dando un presupuesto (porque se dedica a las obras. A él le encanta llegar a una casa y una vez aceptado el presupuesto decir: "Cuando usted quiera, le metemos mano..." Si, si, es un truhán, es... mi marido...). Así lo conocí. Vino a darme un presupuesto. Le acepté el primero y como el segundo se me salía del mío, tuve que casarme con él. ¡Por lo que tiene que pasar una en la vida!. Menos mal, que a los presupuestos posteriores si he podido hacerles frente, sino, me veo desposándome a diestro y siniestro. Yo estoy segura de que la Preysler se ha visto en mis mismos aprietos, por eso ella ha tenido que ir por la vida así, ¡la pobre!. Creo que cuando Miguel Boyer le hízo la 1ª declaración y le salió a pagar, no tuvo mas remedio que casarse con él, justo lo que me pasó con mi Carlos. Tenemos vidas paralelas... A lo que íba, que vuelvo a divagar, que cuando lo ves tan resuelto, afable, con ese don de gentes, hablando con todos, y luego te lo traes pa casa y lo tienes pa ti sola, te preguntas: "¿Qué ha sido de él?, ¿dónde se ha quedado el resto?, porque lo que tengo en el sofá desparramado no tiene na que ver con lo de antes que estaba en la reunión. ¿O será que tengo que cambiarle la batería como a los móviles?. O aun peor, cambiarme de movil to los años y si es posible de "compañía", pa tener mejor "comunicación", poder estar en conversación muchas horas, que tenga $buen saldo$, que le dure y dure la batería y sobre todo TÁCTIL, que es lo que se lleva ahora... ¿o, no?, lo malo es que él me quiera cambiar por una PDA, o sea una PETARDA...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado, a seguir escribiendo ....
Hicistes bien en comerte la caña de lomo, yo hubiese hecho lo mismo.
Ánimo

Mariló dijo...

Yo voto por lo de la renovación anual (es algo que SIEMPRE he pensado)...

Gracicienta dijo...

Ya leo que tanto la ingesta de caña de lomo como la "gesta" de cambiar de compañía son comunes, colaterales, cohorizontales, coverticales y comestibles a todas... jaja. Muchos besos a las dos.

KATE GELOW dijo...

ME PARTO ME TRONXO, QUE DE RECUERDOS PERSONALES ME TRAEN ESTAS PALABRAS PARECE QUE EN CIERTO MODO ESTOY LEYENDO MY LIFE